Si, esta marca lleva llamando a la puerta de miles de mujeres desde el año 1886. Comenzó repartiendo libros y con estos como detalle un perfume... y resultó que lo que más agradaba a sus clientes era el perfume. Así que se armó de valor, se independizó de su puesto anterior y creo Avon. Con el tiempo no solo comerciaba con perfumes, sino que amplió su linea hasta abarcar cualquier producto de belleza.
Esta peculiar forma de comerciar que tiene Avon, se basa en una venta directa, puerta por puerta. Uno de sus valores más especiales es el de la confianza. Para esta empresa lo más importante es que sus fieles clientes confíen en ella y puedan contar siempre con sus productos.
Además, podemos destacar de manera positiva su presencia en más de 140 países y los aproximadamente 45.000 empleados que conforman esta organización, por lo que da que pensar a otras formas de comercio sobre si esta manera de acercarse a sus clientes es la acertada y tomar ejemplo de esta.
Por otro lado, es honroso mencionar que Avon colabora con ayudas contra el cáncer de mama, y contra la violencia doméstica. Y sin olvidar que se niega rotundamente a probar sus productos en los animales.
Avon parece todo un chollo como empresa, y no solo eso, sino que facilita tanto su compra proporcionando una comodidad al cliente digna de admirar. Y no lo digo yo, sino la cantidad de mujeres que apuestan por esta marca.
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