Seguro
que muchos de vosotros utilizáis productos de esta marca de belleza, situada en
el ranking de las primeras mundialmente reconocidas. Por eso creemos que os
interesará repasar con nosotros el origen de los 100 años que lleva de vida.
Esta
empresa, creada por el químico Eugène
Schueller, es hoy un emporio mundial que busca democratizar la belleza con el
fin de conquistar a nuevos consumidores. El joven emprendedor usó la
investigación en la invención de algunas fórmulas que creía posibles,
consiguiendo en 1907 crear sus primeras fórmulas de tintes para el cabello,
nada más y nada menos que en la cocina de su casa. No satisfecho con la mera
creación, decidió patentar su fórmula y motivado por su espíritu de empresario emprendedor
y su seguridad, creó la Sociedad Francesa de Tintes Inofensivos para el
Cabello y se dedicó a visitar uno a uno a todos los estilistas de París para
convencerlos de que le comprasen la gama de tintes que ofrecía.
Su ambición le lleva a crear un estrecho vínculo con los
peluqueros, tras crear una escuela en la que enseñaba a aplicar sus tintes. Fieles
a esta visión y conociendo el poder de estas alianzas para conquistar mercados,
en la actualidad L’Oréal trabaja de la mano de Shu Uemura, un gurú de la
belleza en Japón, con este especialista de la estética, Tokio se ha convertido
en la sede del nuevo centro de creatividad y desarrollo de la empresa, después
de Nueva York y París.
Tras la
primera guerra mundial que rompió el orden político, social y económico de
Europa, Schueller aprovechó la situación y vislumbró como oportunidad la
inserción de la mujer en el estado laboral. El progreso mundial que esto suponía
permitió a la compañía sus primeras exportaciones a numerosos países, llegando
a convertir la Sociedad inicial en L’Oréal, la cual se encuentra hoy en más de
120 países.
Para dar a conocer sus próximas invenciones, decidió crear la primera revista mensual dedicada a la
belleza y la salud de la mujer, ayudando a liberar a la mujer de la época,
gracias a la difusión de una nueva ética de la apariencia.
Gracias a su conocimiento de los medios, decidió crear nuevas técnicas publicitarias que no pasan desapercibidas, pasando por el patrocinio, el street marketing o el mix de medios, entre otras. Con la intención de dar mayor visibilidad a su marca, Schueller dejó su huella en la invención de la publicidad moderna.
L’Oréal
tiene claro que su éxito sienta sus bases en la innovación y esta no puede
darse si no se conserva la investigación. Por eso, la empresa lleva al cabo esta filosofía
a través de la investigación en sus propios laboratorios, desde los cuales se
lanzan casi anualmente productos para el cuidado capilar y la belleza.
El
objetivo fundamental de esta marca es contribuir de manera positiva en nuestra
belleza, siempre bajo su lema: “Aprovecha las nuevas oportunidades”.
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